Lesly parece muy maja. Me ha caído bien porque está
como una cabra. Me recuerda a Loles León en versión holandesa. No para de
hablar por los codos en un español que necesita mejorar, pero no tiene ni pizca
de vergüenza. Me ha sorprendido que me contara que es profesora de español. La
verdad es que se me ha debido notar en la cara, porque enseguida se ha
justificado diciendo que hay gente que le critica porque da clases en una
lengua que no tiene demasiado dominada además de ser extranjera. Me ha parecido intuir que se
ruborizaba un poco incluso. Cómo veo que tiene dificultades para entenderme,
empiezo a bajar la velocidad al hablar, hasta que me convierto en una especie
de tortuga. Lesly se ha dado cuenta y se ha reído de mí, diciéndome que hablo muy lento y que parece
que me estoy quedando dormida. ¡Yo es que a veces no entiendo a los extranjeros
ni aunque hablemos en español!
La noche está siendo un poco surrealista.
En primer lugar el concierto no es gran cosa; no
conecto demasiado con este tipo de música cuando las que cantan son una mala imitación
de Tina Turner. Los holandeses están medio desatados y he de parecer que
también yo lo estoy, aunque lo único que tengo, es el estómago revuelto por la
croqueta picante que me tomé deprisa a las 7 de la tarde y que rematé con el
café a las 7:30.
Beerg está en la otra punta de la fila. Al final,
entre compañeros de su colegio, más Lesly, su marido y yo, seremos un grupo de
15 personas así a grosso modo. De vez en cuando, Lesly se acerca a mí, bailando como una loca, para
decirme:
“¡¡¡Sabina……..mira
que marchia tenemos los holandeses, uhhhhh!!!
Por otro lado, hay dos compañeros de Beerg que no
paran de mirarme y reírse entre ellos y
ya me estoy empezando a mosquear. Uno tiene pinta de ser demasiado listo, con
aire de autosuficiencia y parece europeo
y el otro es japonés, bajito, y muy delgado y al lado del europeo resabiado,
parece un pelele. Estoy evitando mirarles directamente, pero como sigan así,
voy a tener que plantarme delante de ellos y decirles cuatro cosas en el primer
idioma que me salga.
Después de una hora de concierto, las réplicas de Tina
se toman un descanso de diez minutos. Me quedo charlando con Lesly en español,
hasta que me dice que ahora vuelve porque va al baño. No hay nadie más
alrededor, todos han salido a tomar algo al bar o a fumar a la calle. A Beerg
hace un buen rato que no le localizo y los únicos que nos hemos quedado dentro
del teatro, somos el marido de Lesly y yo. Él no habla español. Me acercó para
charlar un rato de puro compromiso. Le pregunto por su trabajo, es empleado en
la compañía de trenes holandeses. Me cuenta que le gusta trabajar allí y que siempre que pueden
Lesly y él viajan, “By train?”- pregunto
tratando de hacer una broma- pero no lo pilla y me contesta en tono neutro que
depende del lugar donde vayan, a veces van en tren y otras en avión -” Yes , of course”- respondo
descartando inmediatamente la idea de explicarle que era una ironía. Intento contarle algo acerca de mi vida, sin
que él me haya preguntado nada, por aquello de no crear silencios incómodos y me
empiezo a liar hablando de mí, de mi trabajo, de los niños…Como él es parco en
palabras, me envuelvo en una de esas
espirales que me caracterizan, hasta que sin venir a cuento le pregunto que
porqué Lesly y él no tienen hijos. Me mira sorprendido, evidentemente, pues mi
pregunta no es demasiado correcta, pero en ese momento aparece Beerg y me salva
de la situación.
-
“¿Te gusta el concierto, Sabi?
-
Siiiiiiiiii, muchooooooooo (miento como una bellaca), ¿queda mucho para que acabe? Lo digo por
el tren de vuelta a casa…
-
Ah, no. Creo que será una
otra hora o así y luego ya.
-
¡Ah genial!
-
Pero no te agobies, si no
cogieras puedes quedar a mi casa….
-
Ya Beerg, gracias, pero es un lio….
-
UUUUUUUUHHHHH….chicos!!!!!!!!!!!
-
Eh….Lesly…. ¡esto es muy divertido!
-
Siiiiiiiiiiiiii……ya he dicho a Sabina que cuando vamos a
cenar a su casa. Beerg, tienes que
buscar un cita pronto……y decirlo a tu novio….
-
¡Claro! ¡cuando queráis!- respondo yo (¿¿¿pero no habíamos quedado que este tema no se podía hablar delante
de sus compañeros???? ¿¿¿por qué Lesly lo pregunta ahora???)
-
Siiii….lo se……pero es que está muy ocupado. Tiene mucho
trabajo…
-
Bueno…voy a mi sitio…..- dice
Lesly- que empieza el disco…. ¡qué
viva la fiesta! ¡UHHHHHHHH!”
Me levanto de la silla durante la segunda parte del
concierto, esta parte es más movida. Creo que estoy más animada porque la noche
está tocando a su fin.
Al acabar el espectáculo, todos deciden tomar una copa
de vino en el bar del teatro. El sitio tiene mucho encanto… pero con otra
gente, porque los dos compañeros de Beerg me están poniendo de los nervios con
sus risitas. Son la caricatura de Asterix y Obelix. Me los estoy empezando a
imaginar con los calzones de rayas, y
tengo que volver la vista hacia otro lado para que no me de la risa floja. Como
estoy sumergida en estos pensamientos, no me doy cuenta de que Beeg me está
preguntando desde hace un rato que tipo de vino quiero:
-
“…Sabina…wine?
-
Guay… digoooo….Yes, white wine.
-
Sorry, what type?
-
Wine, wine.
-
Yes….Sabi…wine…but what wine?
-
Eeeehhh…rosato
-
Ah. Rosato???
-
Yes…Beerg. Thanks.
-
Ok, one rosato, one white, two bottles of water, one coffee,
something else?
Bueno, ya he vuelto a llamar la atención, para variar.
Rosato?!?!?! ¿¿¿¿De dónde me habré sacado eso ahora???? Cada día me sorprendo
más de mi capacidad de improvisación.
-
¿De-dón-de-e-rres???
-
Sorry?...AH! ¿hablas español?
-
A… poquito.
El
que se dirige a mí es Obelix.
-
Soy española. De Madrid. I’m Spanish (Spanish? Spain? Yes , Spanish..). To Madrid. And you?
-
Brasileiro.
-
Ah…nice, Brasil. Y… ¿por qué hablas español?
-
Bueno…a poquito. Aprendo en Portugal.
-
Aaaahh…ya. Pero es mejor aprender en España. Spain is…nice,
wonderful!!!!
-
No. Portugal is better.
-
Nooooooo….jajajaja….España… es mejor-digo muy convencida, pensando
que va a decir que sí, como suele hacer todo el mundo.
-
Yo soy portugués. My father was born in Portugal.
Portugal is better than Spain for me.
-
Ah. Ya, claro. Your father. Yes, yes…of
course…Portugal…is…nice…of…course…I…I…I don’t know Portugal. Only…Lisboa- ahora sí que me he cubierto de gloria…
-
Where are you from?”- me dice una vocecilla por mi costado izquierdo.
Me giro en mi butaca de piel de toro, cerca de la
barra, y me encuentro con el japonés, o con Asterix, como yo le llamo. Está
bebiendo una Coca-Cola con pajita.
-
Eeehh…Spain. I’m from Spain. And you?
-
Japanese…jijijijiji…look my eyes…
-
Aaahh…Je, je.. ya, ya… of course!.
-
But my father is Dutch and my mother is Japanese. I am
Dutch and Japanese..jijijiji.
-
Oohh…interesting!
-
Yes…I live in Holland all the life. I was born in
Holland. And you?
La verdad es que le agradezco que me haya salvado de
la conversación con su amigo, porque estaba tomando unos derroteros que no me
gustaban. El japonesito me parece gracioso. Bebiendo su Coca-Cola a sorbitos,
como un niño cuando toma golosinas y quiere prolongarlas el mayor tiempo
posible antes de que se las quiten. Es un poco friki. Bueno, un poco no. Mucho.
Caigo en la cuenta de que lleva una camisa de grandes rayas color azul y verde
con unos pantalones de cuadros blancos y negros. Para completar el atuendo se
ha puesto un chaleco gris de lana,
supongo que pensando que en el concierto igual hacía frío, no lo sé. Entre la
Coca a sorbitos, su pelo negro brillante, peinado con raya a la izquierda y las
gafas de montura fina,me resulta difícil mirarle a los ojos y no seguir
investigando más acerca de su look. ¡Qué personaje!
-
“How you do? You are a collegue of Beerg? You work in the school?- siento mucha curiosidad acerca de su oficio,
aunque empiezo a intuir a que se dedica.
-
No, no, no. I am working in an International Global
Company, in Amsterdam.
-
Ok, ok, but how do you do? What work?- cada vez me provoca más intriga.
-
I am an I.T.; with the computers.
-
Aaaahhh, interesting…- Já.
Lo sabía. No podía ser de otro modo.
Seguimos charlando mientras me balanceo en la silla
giratoria de piel de toro (me pregunto de dónde habrán traído esta silla). Noto
que me siento muy a gusto charlando con
él. No intenta corregirme cada vez que digo algo y esto hace que sea capaz de
mantener una conversación coherente. El tío debe ser un crack. Habla cuatro
idiomas (dos ellos bastante difíciles para cualquier europeo) y es el
responsable de un equipo de cincuenta personas. No creo que esté tratando de
impresionarme, pues me ha costado un triunfo sonsacarle. Hablamos durante
bastante tiempo de tecnología, de idiomas, de gestión de empresas…
Lesly se acerca para decirme que ellos se marchan ya,
porque si no perderán el último tren de vuelta, que es el mismo que el mío. La
verdad es que se me ha pasado el tiempo volando mientras charlaba con el Bill
Gates este. Miro el reloj y son las once y media.
-
¿Tú te quedas?
-
No, no, Lesly. Me marcho con vosotros. Así vamos juntos.
-
Ok.
Nos despedimos de todo el mundo y viajamos en el vagón
de primera clase de vuelta a casa (ventajas de ir acompañada de un gerente
ferroviario holandés). Me despido de Lesly y su marido (que no parece ofendido
conmigo por mi incómoda pregunta acerca de sus ganas de ser padre) y tomo el
último tren hasta casa.
La verdad es que la noche ha sido toda una
experiencia. Si hace menos de un año, alguien me hubiera contado que iba a
estar bailando como una loca, en medio de un concierto que ni me va ni me
viene, charlando con un japonés que se
dedica a inventar videojuegos para una empresa finlandesa, en medio de un país
extraño, sola y sin ayuda… sinceramente, no le hubiera creído. Viene a mi
cabeza una peli de Banderas. Una de esas pelis familiares, de sobremesa en un domingo de lluvia, en la que
él, su mujer y sus dos hijos son espías y lo pasan en grande persiguiendo a un
señor muy malo que quiere acabar con el mundo. Quizá me siento como ellos en la
peli. Luchando contra algo malo, heroína de mi propia batalla, que al final no
deja de ser una batalla contra mí misma y mis inseguridades, pero…¡qué queréis
que os diga!, después de un rosato fuertecito, un concierto disco impactante y
de conocer a: “Tina Turner”, “Whoopi Goldberg”, “Asterix y Obelix”, Bill Gates
y Loles León todo en la misma noche, una tiene la capacidad de
imaginarse casi cualquier cosa.
¡Qué ganitas de llegar a casa! ¡Buenas noches!
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida... Me gusta tu forma de contar las cosas. Fresca y espontánea. Por momentos me ha parecido estar dentro de la fiesta bailando con Lesly con la mano en alto, uhhhhh. Y de camino repaso un poco mi escuálido inglés. El japonés todo un personaje. Te contaré un secreto: Cuando te das cuenta de que alguien te mira, una y otra vez, es porque tú también miras. Desde el otro lado perciben lo mismo. Pícara.
ResponderEliminarMira Pablo, no se como decirte esto, me dejaré de paños calientes...yo creo que no es buena idea que refresques tu inglés a través de mis publicaciones porque igual acabas metiendo la pata cuando decidas aplicar lo aprendido o te pasa cualquier otro suceso extraño, que se yo...
EliminarLa verdad es que Lesly era bien divertida y el japonés un tipo encantador. Me sorprende gratamente que sin conocerme seas capaz de imaginar las situaciones que describo, señal de que mis escritos llegan a los demás, aunque sea un poquito:-). A ver si en breve compro tu nueva obra en Amazon...¿cómo se llamaba?
En cuanto a lo de lo mirar te diré algo...¡sólo los ví de reojo!¡fue pura casualidad!...de verdad...¡qué suspiscacia!
Un abrazo y ¡mil gracias!